No cuesta nada...

No cuesta nada saludar al uno y al otro,
decir "¡buenos días!", "buenas tardes!", "buenas noches!"...
No cuesta nada regalar una sonrisa y ser amable
con quien encuentras en la escalera o en la calle.
No cuesta nada compartir tus sentimientos con un amigo
o explicarle que las cosas no te van bien,
o comentarle que te van bien sus consejos...
No cuesta nada dar cariño a quien está triste
o alegrarse por la alegría del compañero.
No cuesta nada abrir la mano y hacer las paces
porque el agua del perdón apaga el fuego de la venganza.
No cuesta nada ser amable en la familia y en la escuela.
No cuesta nada ser feliz y esparcir felicidad.
No olvides que la felicidad es contagiosa.