No te desanimes ...

  • Si pasas por momentos difíciles, no te hundas ni desfallezcas. ¿Qué conseguirás hundiéndote? ¡Toma aliento y sigue adelante!
  • No te desanimes ni lo tires todo por la borda. Triunfar, ya sea material o espiritualmente, no es nada fácil.
  • Si vives situaciones adversas, no te hundas. Tras la adversidad suele esconderse una nueva oportunidad.
  • Si te han criticado, si alguien quiere hacerte daño, no te dejes aplastar por la tristeza ni te acobardes. Aprende a mirar hacia arriba.
  • Si los tuyos no saben ver ni valorar todo lo que has hecho, no te aflijas. Dios, que todo lo ve, te gratificará.
  • Si la enfermedad llama a tu puerta, no te dejes arrastrar por la desesperación ni el pesimismo. Ten fe en Dios. Recibirás ayuda.
  • En las horas buenas y en las bajas, el coraje ayuda a vivir mejor tu propia vida y también la de los demás.
  • Continúa haciendo el bien. No te dejes aplastar ni desfallezcas. La bondad, la generosidad, son bendiciones de Dios.
  • Si nunca quieres desanimarte, busca la aguja imantada —la brújula— que hay en tu interior y ella te señalará con certeza el único norte: Dios. Caminarás con paso seguro y valiente.