Una hermosa leyenda hindú recuerda que muchas veces somos incapaces de reconocer las cualidades de las personas que viven a nuestro lado.
El dios Vishnú acogió favorablemente tres peticiones de un devoto que acudía a él con insistencia.
La primera petición era que muriera su esposa y así podría casarse con otra mejor. Sin embargo, durante el funeral, todos los asistentes, sin excepción, lamentaban la pérdida de la difunta y recordaban con admiración sus cualidades.
Entonces, el devoto se dio cuenta de su ceguera y precipitación. Pensaba para sí mismo:
—¡Qué tonto he sido! Si mientras vivía me hubiera fijado en las buenas cualidades de mi esposa, ahora no tendría que lamentar su pérdida!
Así que hizo la segunda petición:
—Señor Vishnú, te pido que devuelvas la vida a mi difunta esposa.
No se atrevió a hacer la tercera petición porque tenía miedo de equivocarse. Entonces, el señor Vishnú le dio este consejo:
—Será mejor que me pidas la gracia de reconocer todo lo bueno que tienen las personas que viven a tu lado.
De una leyenda hindú.