Paco y María son un matrimonio, con tres hijos, y esperan otro. Son amables y tienen un corazón grande y generoso, pero su situación económica es delicada. Acaban de comprar un piso, porque el anterior solo tenía 60 metros, y la familia aumenta. Están endeudados hasta el cuello.

Entonces ocurre una terrible tragedia. Eduardo, el hermano de María, con su esposa, mueren en un accidente. Dejan cuatro hijos huérfanos. ¿Dónde irán? ¿Quién se hará cargo?

Toda la familia se reúne pero nadie se atreve a asumir una responsabilidad tan grave. Y sin padres, no es aconsejable separar a los cuatro hermanos. Paco y María sienten una voz interior que los llama a dar un paso adelante, a confiar en Dios. En lugar de cuatro hijos, ¡tendrán ocho! Y se lanzan a la aventura. El corazón tiene razones que la cabeza no puede entender.

Con paciencia y esperanza, se van solucionando los problemas. Toda la pandilla vive feliz. Los hermanos con los recién llegados forman una familia unida y maravillosa, aunque hayan tenido que reducir el espacio y también el presupuesto, pero Dios da pan a aquellos que lo necesitan.

¡Gracias al amor, la familia ha crecido!