Nacimiento de Juan

Después de un tiempo, mi prima tuvo al hijo esperado. ¡Qué días tan trágicos siguieron al nacimiento de Joan! Zacarías y Elisabet eran conocidos por todos en aquellas tierras. Por eso, la noticia de que Elisabet era madre corrió como el viento. Toda la gente compartía su alegría. Luego fueron a ponerle el nombre. Algunos decían:

—Debe llamarse Zacarías, como su padre.

Elisabet, en cambio, decía: "Debe llamarse Joan". Los familiares se oponían diciendo que en la familia nadie se llamaba Joan, pero Elisabet insistía: "Se llamará Joan".

Luego yo regresé a Nazaret. Dentro de mí sentía a mi Hijo. Y soñaba que lo tomaba en brazos, tan pequeño, sonriente, juguetón... y lo mecía en mi corazón, mientras le hablaba y le decía cariños.