Besos al aire

Hace tiempo, un padre castigó a su hija pequeña, que estaba en el jardín de infantes, por estropear un rollo de papel de regalo. La verdad es que en casa no les sobraba nada y toda la familia hacía lo posible por ahorrar al máximo. La niña quería el papel para envolver una caja y hacerle un regalo a su padre.

A pesar del disgusto, al día siguiente la pequeña llevó el obsequio a su padre y le dijo: "Esto es para ti, papá". El padre se sintió avergonzado por la reacción del día anterior y no supo qué decir. Finalmente, abrió la caja y no había nada dentro. La irritación fue aún mayor. Mirando fijamente a los ojos de su hija, ella le dijo:

—¿No sabes que cuando alguien hace un regalo, lo primero que debes hacer es poner algo dentro?

La niña lo miró con lágrimas en los ojos y respondió:

—Papá, míralo bien, porque la caja no está vacía. Yo la he llenado de besos para ti.

El padre sintió un escalofrío; abrazando a su hija, le pidió perdón. Luego guardó la caja de los besos toda la vida.