Com recordaréis, en el capítulo anterior hablábamos de la llegada de Jesús. Jesús llega cada vez que somos buenos, ya que Jesús es, precisamente, el bien. Hemos hablado de la responsabilidad y de otras cosas. Todo esto es hacer el bien y acercar a Jesús a la tierra.
Pero ahora, en diciembre, esperamos la venida de Jesús de una manera especial, ya que el día 25 celebramos su natalicio. La palabra "Adviento" significa "venida". Y cuando alguien viene, nosotros lo esperamos. Pero no podemos esperar con las manos cruzadas. Debemos preparar una habitación cómoda en la casa de nuestro corazón. ¿Cómo? Pues, muy sencillo: eliminando aquellas cosas que no son buenas y poniendo buena cara y alegría de vivir. Dios viene, sobre todo, en el silencio. Y en todas las épocas de nuestra vida.