Acaba de ser descubierta una medicina que, por su eficaz acción y por su sencillez, va a marcar un hito en la farmacia moderna: La Aspirina.
Su descubridor ha sido el químico Félix Hoffmann, empleado de los laboratorios Bayer de Alemania. El componente básico de esta medicina es el ácido acetilsalicílico. Este producto tiene propiedades analgésicas y antipiréticas, es decir que elimina el dolor y hace bajar la fiebre en los enfermos. Desde su invención se ha convertido en una de las medicinas más conocidas y extendidas en la historia de la humanidad. Este producto se halla desde siempre en la naturaleza y es fabricado por las flores de la planta llamada spiraea ulmaria. Lo que ha conseguido el citado doctor es la fabricación del producto en un laboratorio químico, uniendo a 150º de temperatura ácido salicílico con ácido acético.
Cuando la técnica y los inventos se utilizan para el bien, el ser humano es capaz de producir hallazgos que mejoran y facilitan la calidad de vida de las personas. Ojalá que todos los esfuerzos y estudios se encaminen hacia el bien, para mejorar las condiciones de vida, especialmente de los pueblos que todavía no tienen acceso a las medicinas más necesarias.