Una mirada hacia el interior

Los hombres y mujeres de hoy viven hacia fuera, olvidando la vida interior. La carencia de valores en el mundo obedece, entre otras causas, a que todos vivimos hacia fuera y olvidamos el cultivo de la vida interior. Hemos perdido el instrumento más valioso para construir nuestros ideales y es conocernos a nosotros mismos.

Sin esa mirada serena y profunda hacia el interior de nosotros mismos cada vez seremos más vulnerables y fáciles de manipular por el entorno y de caer en el vacío moral que es el peor enemigo de uno mismo.

“Si quieres algo bueno, búscalo en ti mismo”, escribía Epicteto. No hay duda de que conocerse a sí mismo conduce al hombre y a la mujer a convertirse en artífice de la propia vida. No tengas miedo de mirar al interior de la propia vida. Encontrarás tu mayor riqueza.