Una famiia para las familias

Josep Manyanet vivía feliz en la Seu d'Urgell. Se ordenó sacerdote el 9 de abril de 1859. El obispo, doctor Caixal, quiso que Josep Manyanet, su pariente y como un hijo predilecto, celebrara la primera misa en la capilla del palacio el día 15 del mismo mes. Celebró la primera misa con gran emoción. ¡Había esperado tanto ese momento!

Ocupó diversos cargos de confianza en la diócesis. El doctor Caixal estaba cautivado por las cualidades de su ahijado y tenía grandes proyectos para él. Pero en la mente de Manyanet rondaban otros sueños.

Soñaba con escuelas, con niños y familias acogidas bajo la protección de Nazaret. Dios lo destinaba a fundar dos congregaciones religiosas, una masculina y otra femenina.

El 2 de febrero de 1870, en la festividad de la presentación del Niño Jesús en el templo, fue un día clave para Manyanet. En la pequeña capilla del Colegio Sant Josep de Tremp, consagró su vida a Dios junto con cuatro compañeros. A su condición de sacerdote, unió su carácter de "religioso". Tomó el compromiso de vivir totalmente consagrado a su vocación de servir a las familias y a la educación.

Eligó esta festividad con mucho cuidado porque intervienen todos los miembros de la Sagrada Familia. El religioso o religiosa se presenta en el templo para ofrecer su vida a Dios, así como Jesús fue ofrecido por sus padres, José y María.

Con este acto se convirtió en el fundador de la familia religiosa "Hijos de la Sagrada Familia". Luego fundó la rama femenina, las "Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret", en el año 1874.