Solamente Dios... ¡pero tú también!

Sólo Dios puede dar la fe,
pero tú puedes dar testimonio.
Sólo Dios puede dar la esperanza,
pero tú puedes dar confianza.
Sólo Dios puede dar el amor,
pero tú puedes enseñar a amar.
Sólo Dios puede dar la paz,
pero tú puedes extender la mano.
Sólo Dios puede dar la fuerza,
pero tú puedes levantar al desanimado.
Sólo Dios es el camino,
pero tú puedes señalarlo a otros.
Sólo Dios es la vida,
pero tú puedes devolver a otros el deseo de vivir.
Sólo Dios no necesita a nadie,
pero él prefiere contar contigo.