Este es el título que he elegido para el mes de noviembre. ¿Por qué? Lo explico a continuación.
Noviembre, como quizás ya sepas, es el mes de los santos. Y de los difuntos. Y normalmente es el tiempo en que comienza el Adviento, es decir, la venida de Jesús. En todos los casos se habla de la venida de Jesús. En los santos, Jesús viene en su corazón. En los difuntos, Jesús viene a recoger lo que ha sido su vida. Para el Adviento esperamos la llegada de la Navidad, en la que Jesús viene a nuestro corazón.
Sería bueno que cada uno de nosotros se preparara para esta venida de Jesús. ¿Cómo? No cuesta mucho: cada vez que realizamos una buena acción, viene Jesús. Cuando damos la mano a un amigo, cuando sonreímos, cuando nos comportamos bien, cuando somos generosos y responsables. Jesús no viene cuando hacemos el mal, o estamos tristes o no ayudamos. Eso no es de Jesús, este mundo no es el mundo de Jesús.
Jesús es la luz y solo hay luz cuando nos comportamos como es debido. ¿Quieres que Jesús venga? Pues ya sabes lo que tienes que hacer.