Juan

En este tiempo de Adviento aparecen unos personajes que pueden parecer extraños, pero que eran contemporáneos de Jesús. Uno de ellos es Juan.

Juan era un primo de Jesús, un tipo algo extraño, que vivía en el desierto y no se preocupaba de vestirse a la moda ni con ropa de marca. Vestía con piel de camello una túnica que él mismo se había hecho. Se dedicaba a predicar. Hablaba a todos aquellos que le querían escuchar. Para todo el mundo tenía una palabra. ¿Quiere esperar a Dios? —les decía—, pues debe cambiar de manera de vivir. Porque no se puede esperar a Dios si no se mejora el comportamiento. Así que quien quiera vivir siendo amigo de Dios y tenga dos túnicas, que dé una a quien no la tiene; y el niño que tenga colores, que los deje a quien no la tiene. Y quien tenga una pelota, que deje jugar a los demás. Y si en casa los padres piden que les ayudes, ayúdales y colabora para sentirte familia... Y si alguien piensa que es más que los demás que reflexione, porque Dios nos ama a todos igual a pesar de ser diferentes, porque todos somos hijos suyos. Más o menos, es lo que predicaba Juan.

Y muchos que le escuchaban le hacían caso. Y así preparaban el camino por aquella venida del Mesías.

TU PRIMERA BIBLIA (ED. EDEBÉ)