La viuda pobre

Jesús estaba con sus discípulos cerca del templo en Jerusalén. Había mucha gente, algunos entraban al templo a rezar. En la entrada había unas cajas donde la gente depositaba sus limosnas, que servían para la conservación del templo. Los apóstoles observaban lo que la gente echaba en ellas. Un hombre echó cincuenta mil pesetas, otro diez mil. Todos los que entraban ponían alguna cantidad. Estaban mirando cuando llegó una mujer mayor y pobre. Abrió su bolsa, sacó una moneda pequeña, una peseta, y la depositó en la caja. Algunos se rieron. ¿Qué era una peseta comparada con las cincuenta mil que había puesto ese hombre?

Pero Jesús, dirigiéndose a ellos, les dijo:

"Mirad, la mayoría de la gente pone lo que le sobra, pero esta buena mujer ha dado más que nadie, porque ella ha dado todo lo que tenía".

Adaptación de Lucas 21:1-4.