Michael Collins, astronauta famoso del Apolo X, que fue uno de los primeros hombres en llegar a la luna, dijo esto de la tierra:
“Estar a mas de 365.000 kilómetros de casa es muy diferente a estar sólo a unos cientos de kilómetros de ella. Yo pensaba a menudo en mi casa y mi familia. También pensé en la tierra que es un magnífico sitio para vivir y además se veía muy tranquila desde el espacio.
Pensé en lo maravilloso que sería volver a la tierra y ver sus aguas azules en vez del mundo árido y seco en que estábamos inmersos.
Para mí hay planetas y planetas. Yo sólo he visto dos, pero me quedo con la tierra. Espero que este programa espacial sirva para que los sabios busquen medios para conservar la tierra y que la gente conozca en qué mundo tan hermoso vive.
Somos muy afortunados al tener un aire para respirar y un agua para beber y un océano azul precioso del que podemos recoger agua para echarla sobre nuestras cabezas”.