Domund

Padre bueno, haznos "gente de primavera", con una mirada siempre llena de esperanza para compartir con todos. Ayúdanos a mantener encendida la llama de esa esperanza, para que se convierta en una gran hoguera que ilumine y dé calor a un mundo abrumado por densas sombras. Te pedimos por los misioneros y misioneras que, siguiendo tu llamada, han ido a otras naciones para dar a conocer el amor que nos has tenido en Cristo. Haz de ellos y de todos nosotros misioneros de esperanza entre los pueblos, impulsados a acoger, como Él y con Él, el clamor de la humanidad. Te lo rogamos por medio de María, Madre de Jesucristo, nuestra esperanza. Amén.